Edificios “granja”: una tendencia en crecimiento
Un novedoso sistema modular permitiría construir huertas urbanas verticales de varios pisos: una tendencia que podría cambiar la forma de vida en las ciudades.
La verdadera arquitectura de vanguardia está buscando reconciliar al hombre con la naturaleza, pero eso podría cambiar radicalmente la forma en que vivimos si se conecta con una tendencia cada vez más fuerte: la revolución de las granjas urbanas. Así lo creen los arquitectos Fei y Chris Precht que acaban de idear un sistema modular para construir casas con huertas verticales partiendo de una pequeña cabaña hasta llegar a un enorme rascacielos.
Hace tiempo que los impulsores de la agricultura urbana afirman que producir alimentos dentro de las ciudades acorta la cadena de distribución, disminuye el uso de envases, permite el consumo de alimentos frescos y producen menos gases de efecto invernadero en el transporte.
Varias investigaciones tratan de medir cuál sería el aporte real de la agricultura urbana en la producción mundial de alimentos. Matei Georgescu, profesor de ciencias geográficas y planificación urbana de la Universidad Estatal de Arizona, utilizó el software de Google Earth para analizar el impacto potencial de esta práctica y predijo que, si se implementara en todas las ciudades importantes del mundo, se podría producir hasta 180 millones de toneladas de alimentos al año.
Aunque la cifra es impresionante, apenas representa un 10% de la producción global. De todas maneras, los expertos aseguran que los beneficios colaterales serían enormes: disminución de la escorrentía de aguas pluviales, del efecto de isla de calor en las ciudades, aumento de la eficiencia energética y del control de plagas. El estudio afirma que la agricultura urbana podría generar 160 mil millones de dólares de ahorro cada año.
La utilización de las terrazas para cultivo podrían ser una gran paso para incrementar la productividad urbana, pero no solo eso, sino que también podrían generar una gran cantidad de calor, que puede reutilizarse para que crezcan plantas. Un sistema de tratamiento de agua podría filtrar la lluvia y el agua gris, enriquecerla con nutrientes y regresarla a los invernaderos. El desperdicio de alimentos podría recolectarse localmente en el sótano de los edificios, convertirse en compost y reutilizarse para producir más alimentos. La base de la granja es alentar a los ciudadanos a cultivar alimentos localmente, pero también podría imprimir este aspecto ecológico en su arquitectura.
Los módulos están construidos en madera porque su huella de carbono es menor que la del hormigón o el acero. Además, el diseño tienen una ingeniosa forma en V que permite el encastre de los módulos y el crecimiento del edificio. Y genera espacio para que las huertas funcionen en una suerte de terrazas perimetrales.
Fuente: https://www.clarin.com/arq/huertas-urbanas-verticales-podrian-cambiar-ciudades_0_xr4tx27y.html